El nuevo proyecto de ley podría obligar a Cinema Cinemas a cambiar las horas de inicio (lo que podría cambiar permanentemente la experiencia cinematográfica)

Un proyecto de ley revolucionario propuesto por el senador del estado de Connecticut, Martin Looney, podría revolucionar el funcionamiento de los teatros de cine al obligarlos a enumerar las horas de inicio por separado antes del espectáculo y las características reales. La legislación, presentada el 21 de enero de 2025, tiene como objetivo dar a los espectadores más control sobre su experiencia teatral al permitirles saltar contenido antes del programa si lo desea. Si bien los canales grandes como AMC ya proporcionan consejos generales sobre la duración antes del programa, este proyecto de ley obligaría a la divulgación de sincronización específica para todos los teatros, potencialmente alterando el modelo de cine tradicional que ha existido durante décadas. Esta decisión sin precedentes se produce mientras que los teatros continúan recuperándose de los desafíos vinculados a la pandemia, con más de 3.000 pantallas que han cerrado a nivel nacional desde 2020.

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La legislación propuesta llega en un momento crítico para la industria de la exhibición, que se basa fuertemente en los ingresos publicitarios antes del espectáculo para mantener las operaciones. Las prácticas actuales generalmente incluyen 15-30 minutos de contenido antes del espectáculo, combinando publicidad tradicional con trailers de películas y equipos promocionales. Los operadores de teatro argumentan que este período tiene varios objetivos más allá de la generación de ingresos, incluida la construcción de anticipación para las versiones que venían y permitiendo que el público se establece. Sin embargo, para muchos clientes, el período preliminar antes del programa se ha convertido en un punto de frustración, especialmente cuando considera costos adicionales como las reservas de niños y cenas que hacen que el tiempo sea más crítico.

Para que la situación sea aún más complicada, los propietarios de teatro independientes han expresado serias preocupaciones sobre el impacto potencial del proyecto de ley en su modelo de negocio. Muchas habitaciones pequeñas operan con márgenes delgados y dependen en gran medida de los ingresos publicitarios para seguir siendo viables. Los requisitos de transparencia propuestos podrían desalentar a los socios publicitarios y amenazar esta fuente crucial de ingresos, afectando en particular pequeños teatros que ya tienen problemas para competir con cadenas más grandes y servicios de transmisión.

La economía oculta de las operaciones de cine

Un cine vacío
Imagen amable de wikimedia commons

La gestión de un cine moderno implica costos astronómicos que la mayoría de los espectadores nunca consideran. Los proyectores digitales pueden costar hasta $ 150,000 por pantalla, mientras que el mantenimiento regular, incluidos las bombillas y el soporte técnico, agrega miles de gastos mensuales. La publicidad antes del espectáculo ayuda a compensar estos costos operativos, muchos teatros que operan con márgenes delgados de la maquinilla de afeitar de las ventas de boletos. Por esta razón, el modelo tradicional de publicidad combinada y trailers ha proporcionado históricamente un sello financiero crucial mientras sirve el doble objetivo de comercializar las versiones por venir.

Los desafíos actuales de la industria se extienden más allá de los costos operativos. Los teatros se enfrentan a la creciente competencia de los servicios de transmisión, que ofrecen propinas instantáneas sin contenido antes del espectáculo. Sin embargo, los expositores argumentan que la experiencia teatral, incluido el período de anticipación antes de una película, crea una atmósfera común única que la transmisión no puede reproducirse. Una vez más, en la última década, el número de anuncios no relacionados con las películas agregadas a los programas previos se ha vuelto casi insoportable para el aficionado al cine promedio, lo que justifica la legislación.

Las implicaciones a largo plazo de esta legislación podrían extenderse mucho más allá de las fronteras de Connecticut. Si se aprueba, podría inspirar medidas similares en otros estados, potencialmente forzando un nivel nacional del modelo de exposición teatral. Aunque el aumento en la transparencia puede beneficiarse de los consumidores a corto plazo, la presión que resulta en ingresos publicitarios podría acelerar la consolidación en progreso dentro de la industria de la exposición, dejando menos teatros independientes que operan en un mercado ya en disputa.

¿Qué opinas de la legislación? ¿Quieres omitir el pre-show si recibes la opción? ¿Cómo crees que los cines, especialmente los teatros independientes, pueden cambiar su estructura comercial con respecto a la publicidad? ¡Únete a la discusión en los comentarios!

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