En un impactante giro de los acontecimientos, la poderosa actuación de Denzel Washington como Macrinus en Gladiador 2 fue pasado por alto por los Oscar, negándole la que habría sido su histórica décima nominación como actor. Las nominaciones al Premio de la Academia 2025 al Mejor Actor de Reparto fueron para Yura Borisov (Añora), Kieran Culkin (un verdadero dolor), Edward Norton (Un completo desconocido), Guy Pearce (El brutalista) y Jeremy Strong (el aprendiz), dejando fuera de su alcance la actuación antagónica de Washington. Este desaire es particularmente doloroso porque impidió que Washington se convirtiera en el primer artista negro en recibir nominaciones al Oscar de dos dígitos, un hito que habría cimentado aún más su legado como uno de los artistas más destacados de Hollywood.
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El rechazo de la Academia al tour de force de Washington como Macrino desafía toda lógica. Los críticos han elogiado su retrato del calculado ascenso al poder del ex esclavo como una obra maestra que trasciende Gladiador 2La recepción es mixta. Washington llama la atención en cada escena, desde manipular al senador Thraex (Tim McInnerny) con amenazas veladas hasta enfrentar a Lucius (Paul Mescal) en medio de las ruinas inundadas del Coliseo. Su interpretación matizada revela la esencia de Macrino: un superviviente cuya esclavitud bajo Marco Aurelio generó una búsqueda metódica de venganza contra la propia Roma.
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Pocos actores han podido seguir con tanta precisión la evolución de Macrino desde un astuto agente político hasta un tirano despiadado. En sus escenas iniciales, Washington utiliza la cortesía como arma, y cada sonrisa enmascara una intención asesina. Este enfoque mesurado amplifica el impacto cuando Macrinus finalmente confronta a Lucilla (Connie Nielsen) sobre la crueldad de su padre, décadas de ira enterrada que estallan a través de las grietas de su fachada diplomática. El crescendo llega durante su discurso ante el Senado romano, una clase magistral sobre guerra psicológica en la que Washington convierte un discurso político en un espectáculo de terror, blandiendo la cabeza cortada del emperador Geta (Joseph Quinn) como apoyo y promesa. Sin embargo, después de que se anunciaran hoy las nominaciones al Oscar, la actuación de Washington pasó desapercibida.
La brillante historia de Denzel Washington en el Oscar
Con nueve nominaciones al Premio de la Academia, Washington ocupa, junto con Spencer Tracy, el tercer lugar entre los artistas masculinos en reconocimiento al Premio de la Academia. Una décima nominación le habría situado en una posición privilegiada junto a Jack Nicholson (12 nominaciones) y Laurence Olivier (10 nominaciones). Sin embargo, estas cifras sólo cuentan una parte de la historia. Cada uno de los papeles nominados por Washington redefinió las posibilidades de los actores negros en Hollywood, demostrando que la excelencia artística trasciende las barreras raciales.
El viaje de Washington hacia los más altos honores de Hollywood comenzó en 1987, cuando su interpretación del activista anti-apartheid Steve Biko en Grita libertad le valió su primera nominación al Oscar. Dos años después, ganó su primer Oscar, al mejor actor de reparto por Gloriadonde interpreta a un ex esclavo cuya lucha por el Ejército de la Unión captura la brutalidad de la Guerra Civil y la complejidad de las experiencias de los soldados negros.
En las décadas siguientes, Washington alternó magistralmente entre poderosas representaciones biográficas y complejos personajes de ficción. Su transformadora actuación como líder de derechos civiles en la película de Spike Lee Malcolm X (1992) constituye una de las omisiones más notorias de Oscar. En una decisión muy controvertida, Washington perdió el premio al Mejor Actor por el trabajo de Al Pacino en perfumes de mujer. Casi una década después, Washington finalmente se llevó a casa el máximo premio de Hollywood, al ganar el premio al Mejor Actor por su interpretación despiadada del detective corrupto Alonzo Harris en dia de entrenamiento (2001). Esta victoria marcó la primera vez que un actor negro gana el premio desde el innovador papel de Sidney Poitier en 1964. lirio del campo.
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Entre estos momentos históricos, Washington ofreció consistentemente actuaciones del calibre de un Oscar que mostraron su notable alcance. Su apasionante trabajo en el huracan (1999), Vuelo (2012), y vallas (2016), este último también dirigido, obtuvo nominaciones a Mejor Actor, mientras que en su carrera posterior se reinventó una vez más a través del drama legal. Romano J. Israel, Esq. (2017) y la cruda adaptación de Joel Coen de La tragedia de Macbeth (2021). Cada papel demostró no sólo versatilidad, sino también un artista que constantemente traspasa sus propios límites, encontrando nuevas profundidades en personajes que podrían haber parecido familiares en manos menores.
Denzel Washington es más grande que una nominación al Oscar
La exclusión del trabajo de Washington en Gladiador 2 Es aún más confuso dada su nominación al Globo de Oro, que se considera un termómetro justo para los Oscar. Además, su interpretación de Macrinus encarna las características distintivas de una actuación digna de un Oscar, incluido un profundo trabajo de personajes y la capacidad de elevar una producción completa.
A pesar de que se le negó una décima nominación, el impacto de Washington como el actor negro con más nominaciones al Oscar de la historia sigue siendo imborrable. Sus nueve nominaciones y dos premios allanaron el camino para futuras generaciones de artistas negros. Sin embargo, aunque la influencia de Washington va mucho más allá de cualquier elogio, reconocer sus logros en Gladiador 2 habría marcado otro paso crucial en la evolución de Hollywood hacia una verdadera inclusión.
Gladiador 2 Actualmente se transmite en Paramount +.